Además de ser un destino que encanta por sus playas cristalinas y su rica tradición, la arquitectura en Riviera Maya y Tulum destaca por el aprovechamiento de materiales únicos que reflejan la esencia y el espíritu de las culturas ancestrales de la región.
El diseño arquitectónico en Tulum ha atraído miradas y reconocimientos de todo el mundo, ya que se caracteriza por el uso de materiales autóctonos que no solo son sostenibles, sino que también aportan una estética y una atmósfera inigualables. Hoy exploraremos algunos de los más buscados en desarrollos, ya que logran un equilibrio ideal entre el lujo y la integración con la naturaleza.
Chukum: herencia de los ancestros mayas
Este es un revestimiento liso tradicional hecho a base de la resina del árbol endémico de Yucatán, que lleva el mismo nombre, chukum (Havardia albicans), y que se mezcla con cemento blanco y piedra caliza para crear texturas orgánicas y elegantes en acabados interiores y exteriores. Su color natural, que varía en una gama de ocres cálidos, suaves, claros y orgánicos, armoniza con el entorno, creando una sensación de conexión con la naturaleza, sobre todo en ambientes minimalistas y rústicos.
El chukum es conocido por su durabilidad, resistencia y por su capacidad para mantener frescos los interiores, lo cual es ideal para el clima de la región. Por si fuera poco, el chukum es impermeable, fácil de lavar y tiene propiedades fungicidas, lo que lo convierte en una buena opción para zonas de agua como albercas o fuentes, donde su color claro y natural crea un efecto de refracción con destellos turquesas.
Este material no solo es estéticamente agradable, sino que también es ecológico y sustentable, siendo utilizado en hoteles exclusivos y residencias de lujo. Actualmente, son empresas mexicanas, principalmente yucatecas, quienes comercializan el Chukum para el recubrimiento de superficies, promoviendo un comercio sustentable.
Parota y Tzalam: maderas preciosas que trascienden el tiempo
Otro elemento muy característico de la Arquitectura en Riviera Maya y Tulum, es la madera, ha sido un elemento esencial en la construcción y decoración maya desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, no todas las maderas son iguales, y hay algunas que destacan por enriquecer la conexión con la naturaleza de cualquier espacio. Tal es el caso de la parota y el tzalam, dos materiales preciosos que han dejado una huella imborrable en la arquitectura maya. Conocida también como guanacastle, la madera de parota proviene del árbol originario de las regiones tropicales de América que se extienden desde México y hasta las Amazonas. Su color marrón dorado y ámbar, con impresionantes patrones de grano, la convierten en protagonista de espacios con diseño neutro o crudo. Además de su estética, la parota es sostenible, ligera, duradera y resistente a hongos y termitas.
El Tzalam, por su parte, es una madera que se distingue por su dureza y hermoso tono rojizo. Originario de México, Centroamérica y algunas zonas del Caribe, el árbol de Tzalam puede alcanzar hasta 30 metros de altura. Además de su belleza, el Tzalam es valorado por su resistencia a la intemperie, por lo que se utiliza en una variedad de aplicaciones, desde muebles hasta pisos y puertas.
Piedra Maya: el pilar de una tradición que sigue viva
La piedra ha sido un elemento fundamental en la cultura maya como material de construcción de templos, estelas y edificaciones, y también como símbolo de poder, espiritualidad y conexión con la tierra. Además de su uso en construcciones monumentales, la piedra maya ha sido aplicada en la decoración y diseño contemporáneo, siendo un testamento de la rica herencia cultural y tradición de Tulum. Su resistencia, versatilidad y frescura la han convertido en una de las elecciones predilectas de los arquitectos modernos, especialmente en desarrollos que buscan rendir homenaje a la esencia local. Su textura rústica y tonalidades naturales la hacen ideal para crear ambientes cálidos y auténticos.
Macramé: un toque de arte que se convierte esencia
Más que un simple material, el macramé es un arte de tejido con fibras naturales que se ha convertido en un elemento decorativo insignia en Tulum, ya que aporta un toque bohemio y artesanal a cualquier espacio, sin restarle su esencia minimalista y tradicional. Las piezas de macramé, desde hamacas y sillas colgantes hasta tapices de pared y lámparas, no solo son versátiles en cuanto a forma y tamaño, sino que también pueden transformar y embellecer cualquier rincón de una manera funcional.
Además de su belleza, lo que hace especial al macramé es su conexión con la comunidad local de artesanos que ponen su corazón en cada nudo y diseño. Ya sea en interiores o exteriores, las piezas de macramé suman diseño que se siente auténticamente Tulum.
Cacao: un desarrollo que aprovecha los mejores materiales de la región
Los mejores desarrollos de la Riviera Maya y Tulum buscan preservar y valorar los materiales y técnicas de la región, integrándolos en su arquitectura y diseño en una fusión de innovación y respeto por la tradición. Desarrollos como Cacao hacen honor a esta tendencia de arquitectura en Riviera Maya y Tulum, incorporando materiales como la madera de parota y tzalam, la piedra caliza, el chukum y el macramé como protagonistas de los espacios. Por eso, al invertir en una unidad en Cacao, no solo estás invirtiendo en una propiedad con alta plusvalía y funcionalidad, sino también en una pieza de historia y cultura.
Los arquitectos y diseñadores de Cacao Tulum demostraron que es posible combinar lujo moderno con historia ancestral , creando espacios que honran el legado de la Riviera Maya en cada detalle.
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